Los fanáticos, subnormales del activismo feminista vuelven a celebrar este día con violencia llenando las redes sociales de contradicciones al defender el DISCURSO PROGRE de víctimas minoritarias y atacar mediáticamente a la Primera Dama del Ecuador por las palabras dichas en su discurso, las cuales son pragmáticas, acertadas y principalmente ajenas ese mismo discurso, estéril y absurdo que las hace bailar coreografías ridículas, al son de canciones sin sentido, creyendo que atropellando la comunicación con lenguajes inclusivos logran algo, invadiendo la tranquilidad de otros con actos vandálicos en contra de la propiedad pública y privada como saqueos, incendios, etc.
Este día nace para conmemorar el atroz atropello cometido en contra de las 3 hermanas Mirabal, ejercido por el dictador Trujillo de República Dominicana en el año 60, las diferencias son políticas, sociales y muy fuertes, pero ninguna justifica la tortura, violación y asesinato de un ser vivo e indefenso.
Lo irónico de esta fecha es que, en lugar de celebrarlo con respeto y reflexión, en algunos países se lo hizo con actos vandálicos, cargados de ira, resentimiento, obscenidades y hasta provocación, hechos encabezados por grupitos pusilánimes de extremistas de izquierda, pañuelitos verdes, feminazis y LBGTI.
Los activistas del feminismo no se dan cuenta que con solo llamarlo así ya se está inclinando la balanza, no buscan la igualdad porque no saben que no somos iguales, somos complementarios, en realidad buscan la supremacía, sin darse cuenta que las mujeres siempre serán más fuertes. Hay violencia, física y psicológica, la física todos la podemos evidenciar, pero existen dificultades para reconocer la psicológica, por ejemplo, que no respete tu opinión, que no consulte una decisión que compete a los 2 por más insignificante que parezca, que no considere a la familia política, que un hombre no camine orgulloso de la mano cuando está junto a su mujer, que no la incluya en la mayoría de sus actividades, que no le pregunte si ya almorzó, como le fue en su día, etc., etc. Debo recalcar enfáticamente que no por ser mujer se tiene el derecho a comportarse de una manera reprochable, todos tenemos los mismos derechos y se nos acaban cuando inician los derechos del otro. Como decía mi abuelo, “si quieres que te traten como a una dama o a un caballero, debes de comportarte como tal”.
Ahora está de moda oír la palabra Femicidio, que es el nombre con el que se ha tipificado al delito de asesinato a la mujer, que a mi parecer es un asistencialismo populista que no ha servido de nada más que, para contentar a unos pocos juristas mediocres y activistas de medio pelo de minorías disque vulnerables, porque no se ha logrado disminuir el número de delitos cometidos. Vamos a estar como en la Tremenda Corte de Tres Patines, dando sufijos de icidio a todos los delitos que existen, secuestras a un policía, policidio, incendias un tanque antimotines, tanquicidio, puras ridiculeces que sí se institucionalizan, dará como resultado que la carrera del Derecho será interminable y la materia de Introducción al Derecho Romano será innecesaria. La mujer es el ser perfecto creado por Dios para ser esposa y madre, papeles que nadie los podría desempeñar mejor que ellas y seguro que puede desempeñar muchos otros papeles y roles de mejor manera que muchos hombres.
Según las sagradas escrituras salen de la costilla del hombre, es decir de un costado para estar junto al hombre de igual a igual en el camino de la vida, bajo el brazo para protegerla, abrigarla y a la vez para apoyo, junto al corazón para amarla y respetarla. El mal llamado femicidio es un grito de auxilio para eliminar la violencia en contra de la mujer, pero debemos dejar de lado la violencia en contra de un niño, anciano o animal, se debe de luchar de manera conjunta para eliminar todo tipo de violencia en contra de cualquier ser indefenso, así lograremos una mejor sociedad, sin privilegios ni discrímenes para nadie.
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