Hoy que se celebra un nuevo Día de la Madre, quiero saludar, homenajear, enaltecer e idealizar a MAMÁS como tú, que son verdaderas heroínas, luchadoras de mil batallas y que sin la necesidad de ningún hombre seguirán cubriendo la espalda de sus hijos hasta con el último aliento de vida, porque ese es el tamaño de tu entrega.
Después de tantos años de infinito amor e innumerables sacrificios, los hijos de valerosas madres como tú, debemos agradecer los infinitos momentos cargados de cariño, comprensión, paciencia y sobre todo de buen ejemplo, tiempo en el cual se fueron tejiendo unas alas con la minuciosidad del mejor de los artesanos para que a futuro podamos tomar nuevos horizontes, en los que sin importar la distancia o la edad nuestros pasos estarán respaldados por la sabiduría de la mujer que nos crió, alejándonos de la maldad y de decisiones erróneas.
Se que tu modestia no te permite resaltar tu ardua labor y que siempre dirás que es algo normal y que son solo instintos, la existencia de la humanidad es corta para decir gracias todos los días a Dios por tu existencia, llamarte madre y mirarte a los ojos es sentir la presencia de un ángel y es mi deber agradecerte porque sé que siempre me amaras como si nunca me hubiera equivocado.
Tenerte viva es saber que Dios no se ha olvidado de mi.
Feliz Día Mamá.
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