Hay que poner un alto a todas esas ideologías absurdas y a esas personas con la mente muy abierta, que lo único que logran es hacer creer a un grupo muy reducido de la población con poco o nada de sentido común, que sus delirantes anhelos pueden llegar a ser derechos, con el apoyo de los políticos populistas sin escrúpulos con grandes pero bajas ambiciones
Estamos atravesando una época en la que pensar o pensar críticamente y pronunciarse firme en contra de comportamientos raros, extraños o subnormales está mal, reaccionar críticamente está visto como un gesto exagerado, ahora se está poniendo de moda que nada nos afecte, nada nos importe, nada nos tiene que parecer mal y si algo me parece mal y lo digo, estoy juzgando negativamente, estoy tirando la primera piedra, entonces los que usamos el sentido común, nos vemos obligados a guardar silencio para que el que no lo usa no se ofenda, adoptando una posición disque políticamente correcta de lo más cobarde y pasiva pero disfrazada de buena onda y respeto a lo absurdo.
Debo recalcar que estamos claros en q hay que respetar las preferencias sexuales y religiosas y políticas de cada uno, (con excepción de los correista a esos hay que putearles siempre) pero bajo ningún concepto debemos aplaudir o promocionar comportamientos raritos, no podemos seguir en esta evasión de la realidad.
Se habla mucho del lenguaje inclusivo y otras expresiones que más que leguaje inclusivo son estupideces idiomáticas dirigidos por políticos sin escrúpulos con ciertas afinidades sexuales no definidas que manipulan las mentes fáciles de adoctrinar erróneamente. ¿Quieren aprender un verdadero lenguaje inclusivo? Hablen con respeto a sus mayores, con dulzura a un niño, con firmeza a un infractor, con amor a tu pareja, con consideración a tu familia y amigos, con esperanza cuando se hable del futuro de tu comunidad. ¿Quieren otro lenguaje inclusivo? Aprendan braille para comunicarte con un no vidente, lenguaje de señas para comunicarte con personas sordomudos, hablar paciente para comunicarte con un autista, hablar con pasión de los éxitos del ser humano y con dolor del sufrimiento ajeno. Incluir no es cambiar unas letras es cambiar uno mismo.
